Hay
12 puntos sencillos que nos permite poder utilizar a nuestra propia alma
como medicina:
1.Saber
que la existencia es una sola cosa, que está completamente consciente, y que se
comunica con todas sus partes o aspectos. La vida sabe lo que hace y nos habla.
2.Saber
que el universo es amistoso y te está apoyando hasta cuando no lo parece.
3.Saber
que creamos nuestra realidad, que las cosas no nos pasan a nosotros por
casualidad que más bien ocurre desde nosotros y con algún sentido.
4.Saber
que somos únicos, y que somos capaces de pensar, imaginar y crear o hacer
cualquier cosa de alguna forma.
5.Saber
que la vida es un misterio que cambia de un instante al otro y que todo está en
movimiento y que al mismo tiempo está inimaginablemente bien organizada.
6.Saber
que somos 99 por ciento espiritual o no-materia, y solo el uno por ciento
materia.
7.Saber
que el mundo físico tiene mas sentido como metáfora que como algo solo denso.
La Realidad crea realidad en metáforas de tres dimensiones.
8.Saber
que no existen casualidades y que cada persona es un alma que está aquí con un
propósito de evolucionar. Esta vida es una aventura espiritual, el safari del
alma.
9.Saber
que la vida es muchísima más creativa o mágica que mecánica. Estamos inmersos
en un gran océano de una creatividad continua.
10.Saber
que la primera relación es la que tenemos con nosotros mismos, que es para
aceptarnos y ser responsable de nuestros actos. Es este sentido de
responsabilidad creativa que nos permite aprender y cambiar nuestros actos y
sus consecuencias.
11.Saber
que el alma no se enferma, pero si hay que alimentarla. Si no alimentas tu
alma, parece que tu vida se muere de hambre. La respiración consciente, La
meditación y oración, el arte, la risa y el buen humor incluyendo el humor
negro, y la limpieza a todos los niveles son algunos de los principales
alimentos del alma.
12.Saber
que siempre nos estamos mirando en un espejo metafórico por la cual la vida, lo
mas profundo de nosotros mismos, lo que nos une con el misterio, nos esta
hablando, guiando y divirtiendo.
Las
12 sabidurías son como unas frutas o delicias de la vida que si las pruebas no
solo verás que son ciertas y espiritualmente nutritivas sino que también son
capaces de transformar tu experiencia de qué es ser un ser humano vivo.
Todo
conocimiento veraz tiene sus raíces en lo que se llaman las leyes universales o
espirituales. Pero lo que ocurre con solo declarar las leyes es que son
abstractas y no siempre podemos hacer el puente desde ella a nuestras vidas. A
ese puente le llamamos conocimiento.
Las
12 grandes sabidurías no son ni consejos míos ni advertencias o prohibiciones.
No incluyen ni aconsejan directamente ninguna acción, ni ninguna prohibición.
Pero como bien sabes es la conciencia, el conocimiento y las creencias de cada
uno quienes dictan sus acciones—ni el buen consejo ni por supuesto la
prohibición sirve si no se acoplan a nuestro conocimiento y a nuestras
creencias-.
Las
librerías y bibliotecas están llenas de buenos consejos y la política tanto
social como la política religiosa llena de prohibiciones, pero siguen los actos
atroces y la baja calidad de vida tanto espiritual como física. No es que
faltan más consejos o prohibiciones, falta conocimiento y falta conciencia.
Afortunadamente
no tiene porque ser así y existen otras alternativas para ir ampliando nuestro
conocimiento. Imagínate uno que está nadando y después de un tiempo uno se
cansa, pero cuando paras de mover los brazos y las piernas notas que te hundes
y si no vuelves a nadar, notas que te vas a ahogar. Entonces alguien que te
acompaña te dice “si te relajas, si te pones plano de espaldas, el agua te
sostiene, flotas. Ahora a ti solo te toca probarlo o no. No tienes que
entenderlo, solo probarlo. Si lo pruebas, flotas y descansas hasta que te
apetece volver a nadar. Hasta es posible que haya una corriente que mueva el
agua en la misma dirección donde tú te diriges y ella misma te lleva a tu
destino, como un barco de vela llevado por el viento. Esto no requiere
demasiado esfuerzo físico pero si requiere conocimiento, y la conciencia de
mantener la vela correctamente alineada con la corriente del viento.

Lo
espiritual más esencial no se mide físicamente pero sí es accesible y
utilizable a través de la conciencia y su instrumento, que es la mente. La vida
nos escucha y responde. La comunicación entre nosotros y la vida es de doble
vía, aunque nosotros no siempre escuchamos.
Lo
cierto es que nadie es capaz de definir ese gran misterio que es la existencia.
Pero sí lo podemos tener de experiencia directa arriesgando nuestras creencias
limitadas y probando otras más amplias. Si todo en la vida puede crecer de
alguna forma, me parece que nuestra idea de Dios también, y esa es la relación
fundamental que tenemos con el misterio creativo y consciente.
Te
digo que la vida está inimaginablemente bien organizada y consciente aunque
nosotros podemos andar de espaldas a lo que está ocurriendo. Ya hace miles de
años que los yoguis y otros sabios sabían que la vida no es continua, aunque lo
parece. Decían los yoguis que tenemos un cuerpo nuevo con cada respiración
completa. Hoy los físicos quánticos dicen lo mismo en más gran escala. Dicen
que el universo entero se apaga y se enciende en el tiempo (de Hilbert) un
tiempo abstracto, matemático. Básicamente esto es como la película de cine, que
aunque parece continua en pantalla, cuando la miras de cerca ves que son
fotogramas distintos. También dicen los físicos que el universo depende del
observador, que el observador crea y cambia los resultados. Así que una
observación distinta de uno mismo en otro tiempo es claramente capaz de
manifestar cambios directos de un instante para otro.
Sócrates
lo dijo ya hace siglos, “el que quiere cambiar el mundo, primero tiene que
cambiarse a sí mismo.”
Eric Rolf
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