- Aprender los nombres de la gente que trabaja con uno o de las personas que nos cruzamos en el ascensor y tratarles luego por su nombre.
- Estudiar los gustos ajenos y tratar de complacerles.
- Pensar por principio bien de todo el mundo.
- Tener la manía de hacer el bien sobre todo a los que no se la merecerían teóricamente.
- Sonreír, sonreír a todas horas, con ganas o sin ellas.
- Multiplicar el saludo incluso a los semi conocidos.
- Visitar a los enfermos sobre todo si son crónicos.
- Prestar libros aunque te pierdan alguno.
- Hacer favores y concederlos antes de que te los pidan.
- Olvidar ofensas y sonreír especialmente a los ofensores.
- Aguantar a los pesados/plastas y no poner cara de aburrido escuchándolos.
- Tratar con antipáticos y charlar con los sordos sin ponerte nervioso.
- Contestar a todos los mensajes si te es posible.
- Entretener a los niños pequeños y no pensar que con ellos pierdes el tiempo.
- Animar a los ancianos y no hablarles como a niños, destacar todo lo positivo que encuentres en ellos.
- Recordar las fechas de los cumpleaños de los conocidos y amigos.
- Hacer regalos muy pequeños que demuestren el cariño pero no crean obligación de ser compensados con otro regalo.
- Ser puntual a las citas aunque tengas que esperar.
- Contarle a la gente cosas buenas que alguien ha dicho de ellos.
- Dar siempre buenas noticias.
- No contradecir por sistema a todos los que hablan contigo.
- Exponer tus razones en las discusiones pero sin tratar de aplastar.
- Mandar con tono suave y no gritar nunca.
- Corregir de modo que se note que te duele el hacerlo.
La lista podría ser interminable y los ejemplos similares infinitos.
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